Por Jolan Lemmens

Garantizar una alimentación equilibrada y de alta calidad para los terneros es de gran importancia para fomentar su crecimiento y desarrollo saludables. Los terneros, especialmente en sus primeras etapas de vida, dependen en gran medida de una nutrición óptima para establecer una base sólida de cara a su futura productividad. Un pienso bien formulado aporta nutrientes esenciales, como proteínas, vitaminas y minerales, cruciales para el desarrollo esquelético y muscular, el sistema inmunitario y el bienestar general. Pero ante todo, el brindar una dieta nutritiva a los terneros contribuye al desarrollo de un sistema digestivo robusto, favoreciendo una absorción eficaz de los nutrientes. En este artículo, examinamos el papel y la importancia de los oligoelementos para los terneros.

Carencias de minerales

Un ternero Holstein-Friesian crecerá unos 600 gramos durante su 1ª semana, unos 750 gramos hasta la 3ª semana y unos 900 gramos al día hasta la 12ª semana (1). Para garantizar un crecimiento sano, la alimentación láctea por sí sola es insuficiente, por lo que es esencial añadir vitaminas y minerales a la dieta.

Los signos de una carencia de oligoelementos incluyen, por ejemplo, pelaje áspero y sin brillo, falta de apetito, retraso del crecimiento, acortamiento de los ligamentos y defectos relacionados con la estructura ósea. Sin embargo, cuando estos síntomas se manifiesten, el ternero ya estará debilitado, será más susceptible a las enfermedades y reaccionará peor a las vacunas. Las deficiencias subclínicas mermarán lentamente los beneficios del productor agropecuario, por lo que es primordial prevenirlas.

Hierro

El hierro es un oligoelemento crucial en los animales, ya que contribuye a la formación de la sangre (hematopoyesis) y a diversas reacciones importantes dentro de las células y entre ellas. La carencia de hierro puede causar anemia y hacer que el organismo sea más vulnerable a las infecciones (2). La anemia ferropénica es una enfermedad frecuente en los terneros que puede tener varias causas. A pesar de su importancia para favorecer la resistencia de los terneros, la leche no es una fuente rica en hierro y puede que no satisfaga completamente las necesidades de los terneros recién nacidos (3), ya que la leche cruda de vaca sólo contiene aproximadamente 0,5 mg/kg (4). Una segunda posible razón de la deficiencia de hierro en los terneros es su rápido crecimiento y, por tanto, un rápido aumento del volumen sanguíneo, lo que significa que el hierro se utilizará rápidamente en lugar de almacenarse en el organismo (5). En tercer lugar, la pérdida crónica de sangre debida, por ejemplo, a úlceras gastrointestinales y a la malnutrición puede causar carencia de hierro. Un estudio de 2006 demostró que los niveles de hierro en los terneros recién nacidos incluso disminuyen, alcanzando su nivel más bajo 2 meses después del nacimiento. Los autores llegaron a la conclusión de que "los terneros lactantes criados comercialmente necesitan suplementos de hierro" (6), mientras que otros incluso afirmaron que la suplementación con hierro debe comenzar el primer día (2).

Selenio

El selenio es un antioxidante necesario que previene el estrés oxidativo y favorece tanto el sistema inmunitario como el crecimiento normal, ayudando además a prevenir enfermedades como la diarrea. El selenio suele actuar junto con la vitamina E (8).

Una carencia de selenio o vitamina E puede provocar la enfermedad del músculo blanco, en la que depósitos blanquecinos de calcio acompañan al daño muscular entre las fibras musculares. Esta enfermedad es más frecuente en terneros de 4 a 6 semanas de edad (9). En muchos casos, parece que los terneros están sanos pero son incapaces de mantenerse en pie por sí solos. Al levantarlos, sus patas saldrán rectas y rígidas (10). Sin embargo, si el corazón está afectado, hay muchas probabilidades de que el ternero muera (9).

Otros oligoelementos

No sólo los niveles de hierro disminuyen en las semanas posteriores al nacimiento del ternero; también los niveles de zinc y cobre siguen la misma trayectoria descendente, alcanzando niveles subóptimos 56 días después del nacimiento (7). En este punto, la inmunidad pasiva del ternero empieza a disminuir, lo que se manifiesta en un aumento de los casos de diarrea y otras enfermedades. El zinc contribuye a la salud inmunitaria, la formación de enzimas, el metabolismo, así como con la salud de las pezuñas y la piel. El cobre ya se identificó como elemento necesario en los años veinte del siglo pasado. También contribuye a la salud inmunitaria, así como a la formación de anticuerpos, glóbulos blancos y enzimas antioxidantes (8). La escasez de cobre también disminuye la absorción intestinal del hierro.

El manganeso se encarga del crecimiento óseo y de la formación de cartílago (8). Los terneros nacidos con carencia de manganeso suelen tener dificultades para mantenerse en pie y presentan la fila inferior de dientes expuesta (11). La carencia de manganeso suele ser difícil de diagnosticar sin un análisis clínico. 

Por último, el yodo es vital para la producción de la hormona tiroidea. Las hormonas tiroideas son cruciales para la regulación del metabolismo, el crecimiento y el desarrollo.

Nuestros bolos

Una forma fácil y cómoda de suplementar todos estos oligoelementos es mediante un bolo. Resco ha desarrollado diferentes bolos de minerales para las distintas etapas de la crianza del ternero.

Lista de fuentes

1. Van kalf tot koe op twee jaar. (2018, February 12). https://deavonturenvaneenboerenmeid.com/. Retrieved December 20, 2023
2. Völker, H., & Rotermund, L. (2000). [Possibilities of oral iron supplementation for maintaining health status in calves]. PubMed, 107(1), 16–22.
3. Harvy JW (2000). Microcytic anemia In: Feldman BF, Zinkl JG, Jain NC (eds) Schalm’s veterinary hematology, 5th edn. Lippincott, Williams and Wilkins, Philadelphia, PA, pp 201–204
4. Mann, G.R., Duncan, S.E., Knowlton, K.F., Dietrich, A.D. and O'Keefe, S.F. 2013. Effects of mineral content of bovine drinking water: does iron content affect milk quality? J. Dairy Sci. 96, 7478–7489.
5. Ramin, A. G., Asri‐Rezaei, S., Paya, K., Eftekhari, Z., Jelodary, M., Akbarī, Ḥ., & Ramin, S. (2014). Evaluation of anemia in calves up to 4 months of age in Holstein dairy herds. İstanbul Üniversitesi Veteriner Fakültesi Dergisi, 40(1)
6. Atyabi, N., Gharagozloo, F., & Nassiri, S. M. (2006). The necessity of iron supplementation for normal development of commercially reared suckling calves. Comparative Clinical Pathology, 15(3), 165–168.
7. Branum, J. (1999). Impact of prenatal dietary copper level on copper status and immunity of newborn and growing calves. Texas A&M University.
8. Schaer, L. (2022, March 7). Back to basics calf care: Vitamins and minerals matter when it comes to calf health. CalfCare.
9. Hansen, D., Hathaway, R. L., Oldfield, J. E., & Extension, P. N. C. (1993). White muscle and other selenium-responsive diseases of livestock. Beef Cattle Handbook.
10.  Minerals, Vitamins and Macrominerals for Beef Cattle. (n.d.). Saskatchewan.
11.  Hansen, S. (2020, December 15). Be Aware of Manganese Deficiency Risks this Winter. Bovine Vet Online